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jueves, 15 de mayo de 2014

Poema "COLLAGE"

COLLAGE

El estruendo mudo con que César Vallejo
expresó el delirio del sexo
(oh, odumodneurtse!)
y su hombre que termina por resucitar
gracias a la fuerza de los deseos humanos.
Los ángeles de Rilke,
escudos de gozo, polen divino,
espejos que vuelcan belleza y la reproducen
(belleza que no es sino el comienzo
de lo terrible)
,
en su propio rostro,
y también los ángeles nihilistas de Alberti,
que no comprenden nada,
esa nada estéril, objeto de canto
desesperado o sereno
para Cernuda, Celan o Valente.
(pero Cernuda vuelve a la herida quemante del deseo,
a la llamada de la belleza y del placer,
como Cavafis, por más que sea reclamo
que termina y se anega en la melancolía y la muerte:
me es dulce naufragar en ese mar, según Leopardi).
Y retomamos a Rilke, con su pantera:
pura existencia sin comprensión
aun en su estática conciencia intuida,
animal de milagros como el unicornio o el tigre
de Blake (¿qué potencia ideó
tus terribles simetrías?
)
tigre que conduce a Borges,
tigre que en su piel reproduce
un aleph o mapa cabalístico
del mero mundo.
Pero por encima de tantos símbolos o impotentes
palabras y signos
(como en un perfecto poema de Paz),
siempre la rosa,
la pura, encendida rosa de Rioja,
la rosa, compendio y suma
de lo frágil hermoso del mundo y de la vida,
el nombre de la rosa,
la rosa que tiembla en la lengua y la mente
de Blake, Yeats, Juan Ramón, Eliot o Gimferrer
(y de nuevo Rilke, inagotable:
delicia de ser
sueño de nadie bajo tantos párpados
).
Y las máscaras clásicas o modernas
de Pessoa el fingidor oculto
como si epitafios fueran misteriosos
de Edgar Lee Masters
(todo poema, un epitafio, así Eliot).
Y las palabras netas, precisas,
que en una inteligencia única parecen buscar algo,
habitantes mínimos de una música sutil
en las puntas de los dedos de Emily Dickinson.
Mas acaso siempre podamos regresar al amor
como la sola certeza provisional,
escrito está en mi alma vuestro gesto,
y vuestro mirar ardiente, honesto,
antes que el tiempo airado cubra de nieve

este desolado desierto
(Garcilaso en la batalla, muerte juvenil
en la estúpida guerra).
Polvo enamorado que ha de flotar
quevedescamente entre los despojos de la muerte
que su desconsuelo murmuran.
Y para acabar ya con todo
(fuese y no hubo nada,
esa nada persistente que vuelve, como vemos,
fantasma o pavoroso ángel)
un no sé qué que quedan balbuciendo,
las criaturas de Dios, amantes,
heridas por el delicado toque, la regalada llaga,
de ese Dios o nada de Molinos o Valente,
vacío que reconocer no quiere, en la noche oscura,
el príncipe de los poetas,
San Juan de la Cruz,
para quien Dios sí es algo, el intenso fuego
que mueve el cielo y las estrellas.



PAUL CELAN

T. S. ELIOT

EMILY DICKINSON

F. PESSOA

R. Mª RILKE

lunes, 24 de junio de 2013

APUNTES LITERARIOS, 5

No deja de ser curioso y paradójico (¿o tal vez no?) que los principales novelistas "católicos " en el siglo XX hayan surgido en la laica Francia o en la anglicana Gran Bretaña: Bernanos, Mauriac, Julien Green, Evelyn Waugh, Chesterton, Graham Greene... incluso en Alemania, con Heinrich Böll... y no tanto en Italia o España, por lo que yo sé (salvo casos concretos, como Miguel Delibes, o Torrente Ballester, en los que el catolicismo como tal tampoco suele ocupar un lugar destacado, y en algunos poetas, como Rosales, Diego, etc. Ver también Jiménez Lozano, o actualmente Juan Manuel de Prada. O el peculiar catolicismo de Federico García Lorca, en "Oda al Santísimo Sacramento" o en ciertos textos de "Poeta en Nueva York": "Grito hacia Roma", etc.). En el cine, recuerdo especialmente "Mi noche con Maud" de E. Rohmer.

El tema del "doble" me parece uno de los más sugestivos en la literatura fantástica, quizá por cuestionar el principio de identidad personal. Algunos relatos con este asunto que me parecen maravillosos: "William Wilson" de E. A. Poe, "La vida privada" y "El rincón feliz" de Henry James (también traducido como "El rincón de la felicidad", "La esquina alegre", "El querido rincón", etc., el título original es "The jolly corner"), "¿Él?" de Guy de Maupassant, "Lejana" y "Las armas secretas" de J. Cortázar. También Borges ("El otro", "Agosto 25, 1983") y Bioy Casares ("Máscaras venecianas"). Y, en cierto modo, "Aura" de C. Fuentes, "El extraño caso del difunto Mr. Elvesham" de H. G. Wells, "Markheim" de R. L. Stevenson... Como se ve, en realidad algunos de los citados, como "Las armas secretas", podrían tratar más bien de una suerte de "reencarnación". Asimismo, este tema puede enlazarse con el de la copia o reproducción de la persona, ver "La invención de Morel" de Bioy Casares o "Solaris" de S. Lem. Y con el desdoblamiento de la personalidad: "El extraño caso del doctor Jekyll y Mr. Hyde" de Stevenson, "El retrato de Dorian Gray" de O. Wilde, etc.

La influencia de Lovecraft llega a autores insospechados... por ejemplo, a Borges en su relato "There are more things", de "El libro de arena".

Comparar "La caída de la casa Usher" de Poe con el posterior relato "La mansión de los ruidos" (o "Vaila") de M. P. Shiel.

martes, 15 de enero de 2013

Poema "DILEMA, O JARDÍN OCULTO CON SENDEROS QUE SE VAN ALEJANDO"

Un grano de arena o una almendra
pueden contener el universo mundo
según Blake o Borges.
Pero también pueden encerrar
el vacío limpio, la nada perfecta
(bien que una nada vibrante, llena de tensión
extrañamente fértil),
según Celan o Valente.
(De Molinos, al fondo, el hueco).

Pese a que la segunda resulta fascinante
yo elijo la primera opción
(aunque incierta sea, e inexistente):
en cada cosa y en el todo
mantener la fe intento y necesito.

APUNTES LITERARIOS, 3

Escribir ensayos:

- Comparar Proust y Céline:
Proust representa la culminación de la gran novela francesa del siglo XIX. Recrea minuciosamente un mundo, con la fuerza de un estilo único, y con decenas de personajes y retratos, con toda la intensidad de una psicología infinita. Aunque gracias a su sintaxis (esas frases inmensas, de música extensa e inconfundible), a la brillantez y originalidad de sus metáforas y comparaciones, a su profundidad analítica, y a crear un monumento a partir de un "yo" ficticio, etc., abre caminos a la narrativa del XX.
Céline, por contra, tiene el mérito de renovar la prosa francesa, todavía anclada en el pasado del "gran estilo" de Gide o el propio Proust, introduciendo el lenguaje de argot, la sintaxis rota y descoyuntada, el grito y el exabrupto. Un papel similar al que en lengua inglesa desempeñaron Joyce o Henry Miller.
Aunque apenas se lleven unos 20 años, da la impresión de que a Proust y Céline los separa más de un siglo, tan diferentes son sus métodos literarios como los mundos que representan.

- A partir de "Tlön, Uqbar..." de Borges y "Pálido fuego", "Ada.." o "Solus Rex" de Nabokov, escribir sobre países imaginarios (y "Las ciudades invisibles" de Calvino). (PD de febrero de 2014: ver el libro "Breve guía de lugares imaginarios" de A. Manguel y G. Guadalupi).

- La línea de cuentistas Chejov - Joyce - Cheever - Alice Munro (¿y Maupassant, K. Mansfield, Flannery O'Connor?). La melancolía y mediocridad de la vida cotidiana. Seres frustrados, fracasados. Relatos como  escenas o fragmentos de vida, sin principio ni conclusión definidos... finales abiertos.

- El refinado erotismo en la literatura japonesa: de Genji Monogatari a Y. Kawabata (La casa de las bellas durmientes, Lo bello y lo triste), Y. Mishima (Confesiones de una máscara) o H. Murakami (Tokio blues). (PD de marzo 2013: y en relación con ello, "Seda" de A. Baricco). (PD de enero 2014: y J. Tanizaki: "El tatuador", p. ej.).

- Del nihilismo a la recuperación de la fe: los casos de T. S. Eliot (de "Tierra baldía" a "Cuatro cuartetos") y W. H. Auden. También en el poeta peruano Antonio Cisneros.

- Comparar "Solaris" de S. Lem con "La invención de Morel" de A. Bioy Casares. Mundos fantásticos o de ciencia ficción en que se nos aparecen, eternas, las personas amadas... como fantasmas de presencia gozosa o dolorosamente real (¿metáforas del paraíso, posibilidades de otra vida, perpetua, sin fin?).

- A partir de S. Lem en "Solaris" o en ensayos fantásticos como los de "Vacío perfecto", escribir sobre las enciclopedias imaginarias, a veces en un futuro de ciencia ficción (ver también Asimov: "Fundación", y Borges -"Tlön, Uqbar...", p. ej.-).

lunes, 29 de octubre de 2012

APUNTES LITERARIOS, 2

En la poesía del siglo XIX, hay varios escritores, que, en mi opinión, marcarán en buena parte la lírica del XX:

- Walt Whitman. Con sus versículos de amplio aliento, inspirado en el estilo bíblico, y su panteísmo optimista... su método acumulativo, su visión exultante y libre, alejada de las convenciones poéticas. Ver García Lorca: "Oda a Walt Whitman", Ezra Pound, Neruda... Borges (¿extrañamente?).

- Emily Dickinson. Desnudez, esencialidad, precedente de la poesía pura. Versos cortos y poemas breves, de sentido intenso y original, en los que cada palabra pesa y destaca.

Arthur Rimbaud. Llevando las sinestesias y correspondencias baudelerianas al límite, logra traspasar la lógica común y se abre a lo visionario, a lo irracional, a las imágenes imprevistas y bellísimas. Precedente del surrealismo y movimientos afines.

Naturalmente, Rimbaud no puede entenderse sin Baudelaire, de quien nace en realidad casi toda la poesía moderna. Y el genial y misterioso autor de "El barco ebrio" debe incluirse en esa extraordinaria floración de la poesía francesa que viene a denominarse (clasificación y limitación con que la crítica ordena e intenta comprender) "simbolismo": Lautreamont, Verlaine, Mallarmé, etc.

Sería cuestión de rastrear (supongo que algún experto en "literatura comparada" lo habrá realizado) las huellas de estos astros en otros poetas, ya inmersos en el siglo XX, y de importancia semejante: Rilke, Cavafis, Pessoa, Yeats, Eliot, Pound, Juan Ramón Jiménez, César Vallejo, Apollinaire, E. Lee Masters, Wallace Stevens, William Carlos Williams...

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Elogio de la pereza: Juan Gil Albert, ¿Fernando Pessoa, Cesare Pavese...?

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No resulta extraño que Stendhal fuera uno de los novelistas favoritos de Nietzsche. Sus personajes son inmorales, cínicos, pero con accesos, aparentes o sinceros, de ingenuidad o romanticismo. Tan pronto son hipócritas como idealistas... mezquinos, egoístas, incluso crueles, como abnegados o generosos. Desconcertantes, más allá del bien y del mal...

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"La verdadera vida de Sebastian Knight" (1941) de V. Nabokov. Biografía de un escritor imaginario, escrita por el hermanastro de éste. Se comentan sus libros, también ficticios lógicamente... con tanta inteligencia, pasión y detalles que dan ganas de leerlos, de que  sean reales. En cierto modo, es algo parecido a lo que, por las mismas fechas, y sin que creo que se conocieran, realizó Jorge Luis Borges en Argentina ("Examen de la obra de Herbert Quain", etc.). Autores más recientes que han creado escritores y libros ficticios son, por ejemplo, Paul Auster o Stanislav Lem (en los ensayos imaginarios de "Vacío perfecto", v.gr.). Y en España, Enrique Vila-Matas, y el chileno Roberto Bolaño.

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Es sabido que uno de los puntos fuertes de "La montaña mágica" de Thomas Mann consiste en la relación dialéctica entre los personajes Settembrini y Naphta. El primero representa la moderación liberal, el idealismo democrático y razonable, mientras el segundo defiende un sistema dictatorial y teocrático, una mezcla de integrismo cristiano y totalitarismo casi comunista. Lo curioso (aunque no tan curioso, bien mirado) es que mientras la figura de Settembrini resulta un tanto plana, opaca, insulsa, la de Naphta está llena de relieve y vigor, y sus argumentos, aunque no los compartamos, resultan estimulantes, provocadores, se trata de una personalidad fascinante. Y esto viene a ser como un símbolo de la atracción que ejercen y consiguen las opciones antidemocráticas, autoritarias... 


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Sobre la "ideología" de los escritores. Pienso que un gran escritor, precisamente por serlo, por tener una gran capacidad de comprensión humana, está por encima de coyunturas partidistas, de ideologías de moda. Por ejemplo, ¿tiene sentido preguntarse si eran "de derechas o de izquierdas" Proust, Henry James, Nabokov, Pessoa, Baudelaire, Kafka, Rilke, Conrad, Flaubert...? Por no hablar de la época previa al sistema democrático y burgués, cuando ni siquiera existían esos conceptos...
Proust, que tuvo amigos de izquierda y de extrema derecha, incluso, habla de esto, al referirse al señor de Norpois, creo recordar, y dice que la amistad entre dos personas se basa más en cuestiones de carácter o de afinidad psicológica que en posiciones ideológicas predeterminadas.

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Línea poética Cavafis - Cernuda - Gil-Albert - Gil de Biedma - Luis Antonio de Villena.
 id. Hölderlin - Nietzsche - Rilke - Cernuda.
 id. Dickinson - Valèry - Juan Ramón Jiménez - Jorge Guillén -   P. Salinas - ¿Paul Celan? - ¿José Ángel Valente?
 id. Leopardi - Cernuda - Francisco Brines - Juan Luis Panero.
 id. Rimbaud - Apollinaire - Andre Breton - P. Eluard - Gª Lorca - Aleixandre - Neruda - Saint-John Perse - Octavio Paz - A. Gamoneda - P. Gimferrer.
Y otra corriente, que se llamaría de la "poesía conversacional", que utiliza el lenguaje cotidiano, con la musicalidad del fraseo común o hablado, generalmente es una lírica de carácter meditativo y de origen anglosajón: Wordsworth - Tennyson - Browning - Eliot - Cernuda - Auden - Larkin...