miércoles, 5 de septiembre de 2012

Poema, HOMENAJE A MARCEL PROUST

Perdido en la prosa densa proustiana
me gusta encontrarme.
Fluir de fuentes de sintaxis
donde amar a la incomprensible Albertine
y al barón de Charlus espiar
en sus depravaciones.
Palacios y prostíbulos
que con la sal de Sodoma
arden entre murmuraciones.
Estúpida burguesía sustituye
a encantadora aristocracia estúpida.
Admirando las analogías
del semijudío que quería a su mamá,
sus comparaciones nuevas, preciosas,
joyas y porcelanas dignas de antigua belleza,
sutilmente elaboradas
con delicados colores y suavidad
(aunque en el interior de las frases perfectas
siempre pugne la sangre del deseo).