jueves, 25 de junio de 2015

POEMA "HOTEL OVERLOOK".

Durante el invierno implacable y severo
sus vastos corredores y pasillos
vacíos quedan casi por completo,
iluminados espléndidamente en un silencio frío.
Innumerables habitaciones y salones
quietos en su propia quietud, exacta
hasta en los detalles más delicados o triviales
por esquinas remotas esparcidos,
entre latas de comida o alguna bañera
seca todavía.
Lleno de luz, como si reflejara
la de las montañas de nieve
que lo circundan,
permanece aislado durante unos meses,
todos los años el Hotel Overlook,
como gigantesco buque
o nave espacial varada
en helado planeta hostil.

Antes dije 'casi vacío'
pues siempre existe el Vigilante,
el Vigilante del hotel durante el parón invernal.
Él con su familia: esposa, hijos,
que cambian, se modifican a través de los años,
a veces dos niñas casi idénticas,
a veces un hijo único, solitario.
Pero el Vigilante es el mismo
pero el Vigilante es el mismo
pero el Vigilante es el mismo
a lo largo de las décadas,
del inacabable bostezo desértico del tiempo.
Puede adoptar la forma de un barman calvo,
de un escritor en crisis creativa,
de un policía jubilado o un agente de seguros.
En cada época alguien diferente aparenta ser
pero siempre es el mismo Vigilante,
incesantemente el mismo hombre,
como un personaje de Borges.
Ya que, sin que él lo sospeche,
es más que un mero hombre:
su esencia consiste en un mito o destino,
es la pieza clave, necesaria,
para el cumplimiento de un rito:
tributo a la locura fundamental del mundo,
exaltación del caos que todo dispone,
acto atroz que una tenebrosa Voluntad
ordena y exige:
el Vigilante ha de matar a su prole,
asesinar sin piedad a su descendencia.
Y así el crimen ha continuado
repitiéndose,
cada período, cada ciclo.
Hasta que un concreto año
el hijo que había de ser ajusticiado,
desmembrado por hacha paterna,
es un niño que posee el Resplandor.
Resplandor que le protege y salva.
Resplandor que interrumpe el ritual
de ríos de sangre y pánico.
Cortada queda la cadena:
en un momento preciso del tiempo
es el Vigilante quien muere
en su propia demencia atrapado,
en laberinto gélido.
Insania que alguien o algo le inoculó
con poderosa perfidia.
Y lentamente el Hotel Overlook
comienza a derrumbarse,
como todo nuestro mundo a su alrededor
.
 
(21-V-2015)
 



2 comentarios:

  1. Tu HOTEL me ha gustado mucho, artista ;) Un abrazo en verso: "ABRERSO"

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  2. Tu HOTEL me ha gustado mucho, artista ;) Un abrazo en verso: "ABRERSO"

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