Luz de un cuerpo que se desliza
cantando, quemando;
se basta a sí misma,
extasiada y atónita
de la calidad de su propio resplandor.
Y termina, sin acabar, fundida,
penetrando como lengua
en otro cuerpo, fantasma
al que ama mientras destruye
para que persista, transformado:
todo sirve a la recreación,
al renacimiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario