Vidas inconcebibles y amenazantes
acechan en los oscuros laberintos,
en los vértigos desconocidos del tiempo y del espacio,
hundidas en ciudades congeladas
y submarinas como castillos de moho.
Inmortales latentes
en criptas atestadas de relieves
nauseabundos y maravillosos.
Sueñan o recuerdan los libros obscenos,
la inhumana belleza
de su arte perfecto, espantoso,
delicadamente brutal.
hundidas en ciudades congeladas
y submarinas como castillos de moho.
Inmortales latentes
en criptas atestadas de relieves
nauseabundos y maravillosos.
Sueñan o recuerdan los libros obscenos,
la inhumana belleza
de su arte perfecto, espantoso,
delicadamente brutal.
En determinados puntos del universo
la materia a sí misma se corrompe
y crea, de maldad, incomprensibles ámbitos:
seres que, vomitando, esperan
regresar para imponernos
su reino de degradación,
la negrura absoluta, la vida muerta,
una podredumbre gloriosa
una podredumbre gloriosa
a causa de su propio caos.
(XI-XII-2008; IV-2011).
"Me gusta ver al sepulturero con mano despiadada los cráneos machacar". ¿Lo Conoces? Tremebundo, hrmosamente tremebundo
ResponderEliminarDe Espronceda, ¿no? De hecho, otra obra suya, "El estudiante de Salamanca", puede ser considerada como un típico relato de terror, además de romántico, en verso.
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