domingo, 20 de marzo de 2011

Poema sobre "CARTA DE LORD CHANDOS" DE HOFMANNSTHAL.

Me canso de escribir y de leer. Alguien dijo
la carne es triste y he leído todos los libros.
Pensar en las miles de páginas que me aguardan
produce hastío, ansiedad, tedio.

El lenguaje se estrella contra las cosas
revelando su esencia de vacío,
su condición de fantasma inútil
en el delirante baile conceptual
de la desdichada lógica.

Mas no deseo acabar
como Lord Chandos:
uno de esos nihilistas demasiado modernos
cuya fría mirada
quema todo lo que toca
hasta consumirlo en un vértigo,
náusea de lo ilimitado e inabarcable.

No, es necesario, y lo será,
reconstruir la solidez
con gran esfuerzo de voluntad,
dominar la nada,
apagar el veneno de la disolución,
y retomar leyes y costumbres
para terminar forzándonos
a un compromiso
como a una cuestión de honor.
Recuperar palabras desgastadas
y en ellas volcar nuestros sentimientos
como si realmente los sintiéramos.

(No hay nada como asumir el engaño
hasta convertirlo en verdad,
hasta que nos olvidemos de la otra verdad).

                   (III-2008).

Apéndice. Un fragmento de "Carta de lord Chandos" de Hofmannsthal:
Todo se me desintegraba en partes, las partes otra vez en partes, y nada se dejaba abarcar ya con un concepto. Las palabras aisladas flotaban alrededor de mí; cuajaban en ojos que me miraban fijamente y de los que no puedo apartar la vista: son remolinos a los que me da vértigo asomarme, que giran sin cesar y a través de los cuales se llega al vacío.

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